¿Qué es el perfeccionismo?
El perfeccionismo es un concepto complejo que hace referencia a la lucha constante por ser impecable y excelente en los diferentes aspectos de la vida.
Ser una persona perfeccionista puede tener resultados positivos, sin embargo, existen diversos aspectos que pueden desencadenar consecuencias negativas en nuestra salud mental. Es decir, un perfeccionismo “bueno” o adaptativo puede traer consigo cualidades como: buena expectativa de autoeficacia, excelente planificación y organización ante las tareas, atención plena a los pasos del proceso y disfrute del trabajo, una buena autoestima y constante auto-refuerzo, etc. Sin embargo, existe otra cara de la moneda, en este caso, más dañina. una buena autoestima y constante auto-refuerzo, etc. Sin embargo, existe otra cara de la moneda, en este caso, más dañina.
Perfeccionismo y problemas de salud mental
Ser muy exigente con nosotrxs mismxs puede traer consigo algunos sesgos de atención. Las personas con un perfil de personalidad perfeccionista (menos adaptativo) pueden llegar a centrarse solo en los errores, dejando de lado sus logros. Esto provoca un agotamiento físico y mental, que puede llegar incluso a la procrastinación o una “indefensión aprendida”; pues la persona puede dejar de intentar algo por no llegar a hacerlo perfecto. Ciertos pensamientos negativos se apoderan de nuestra mente: “debería haberlo hecho mejor”, “si no lo voy a hacer perfecto, mejor ni hacerlo”, etc.
La presión constante ante querer cumplir con metas y/o expectativas demasiado altas y no realistas, puede conllevar, además, síntomas como ansiedad, estrés, depresión o incluso la aparición de trastornos de la conducta alimentaria. A su vez, unos estándares autoimpuestos demasiado exigentes, pueden construir un autoconcepto frágil y amenazado.
Estrategias para un perfeccionismo saludable
Teniendo en cuenta ambas caras del perfeccionismo, resulta crucial saber identificar qué aspectos pueden ser desadaptativos y conllevar problemas de salud mental y encontrar estrategias alternativas que ayuden a mitigar sus efectos.
Para tratar con los pensamientos perfeccionistas, la clave está en encontrar el equilibrio y evitar la dominancia de aquellos pensamientos con un nivel elevado de exigencia que pueden llegar a limitarnos diariamente. Será necesario contemplar ciertas alternativas de pensamientos que sean más realistas, o elaborar metas más alcanzables. Desde el EQUIPO de Esther, Mi Psicóloga, puedes trabajar en el desarrollo de un concepto más flexible y tolerante de estos pensamientos, evitando que se conviertan en limitantes y nos causen malestar en el día a día. ¿Hablamos?
Autora: Carmen Márquez Naranjo. Psicóloga, alumna en prácticas del Máster General Sanitario.
