¿Por qué debería visitar a un psicólogo?

Preguntas frecuentes sobre ir al psicólogo

Algunas personas pueden sentirse incómodas o inseguras al considerar la idea de visitar a un psicólogo. Esto es normal, ya que la mayoría de la gente no está acostumbrada a pedir ayuda para abordar sus problemas personales. Sin embargo, vale la pena recordar que los psicólogos son profesionales de la salud mental entrenados para ayudar a las personas a enfrentar sus problemas y mejorar su bienestar. Aquí hay algunas de las preguntas más comunes que la gente tiene sobre la terapia.

A veces, ante las dificultades que presenta la vida, puede parecer que un problema emocional o psicológico no tiene solución. Que “somos así y hay que aguantarlo”. ¡Pero nada más alejado de la realidad! Los problemas son como nudos que nos tensionan y nos generan malestar, estrés e infelicidad. Con los recursos adecuados y las técnicas de afrontamiento que puedes incorporar en terapia, los nudos pueden aflojarse e incluso deshacerse. Si estás pensando en acudir a un profesional de la psicología en Sevilla y desenredar algunos nudos, no dudes en contactar con nosotros y consultar nuestros servicios.

Nuestro equipo consta de profesionales con amplia experiencia en el ámbito terapéutico y se especializa en el tratamiento de la psicosomática, perfeccionismo, ansiedad y depresión, terapia de pareja y crecimiento personal. Si quieres conocernos un poquito más y comenzar tu proceso de cambio, estamos a tu disposición. Puedes contactar con nosotros a través de WhatsApp (683 62 31 31) o mail (info@esthermipsicologa.com) y tener una primera consulta gratuita, tanto por vía telefónica como por videollamada.

Esta pregunta surge en muchas ocasiones debido al aumento de la oferta de profesionales de la psicología disponibles y, a su vez, por la falta de información acerca de las diferencias entre un profesional y otro. Sabemos que escoger a tu psicólogo o psicóloga no es tarea fácil, y ahora más que nunca, por la diversidad de opciones.

Desde mi experiencia te recomiendo informarte bien de la formación profesional de la persona que te va a atender, ya que existen diversas escuelas de psicoterapia (Sistémica, Cognitivo-Conductual, Psicoanalista, Humanista, Existencialista, etc.) y de los servicios que ofrece. De esa forma entenderás un poco más su metodología y descubrirás si es afín a ti, pues según en qué paradigma se especialice el/la profesional, el proceso terapéutico puede plantearse de formas diferentes.

Otra recomendación que suelo dar cuando me hacen esta pregunta, es que busquen las reseñas que los usuarios y usuarias comparten, ya sea a través de internet o del “boca a boca”. Al fin y al cabo, las personas que han llevado a cabo su proceso de cambio y crecimiento con el o la profesional son las que pueden dar fe del buen hacer de éste. Tanto con su vivencia personal como con los resultados conseguidos.

La labor de asistencia en la salud mental es una profesión compleja y exigente, para la que se requieren una serie de habilidades fundamentales. Nuestra profesión se diferencia de otras ramas sanitarias por su énfasis en el factor humano, por lo que hay que tener en cuenta tanto el buen uso de las técnicas y procedimientos psicoterapéuticos como el compromiso ético con el bienestar del/la paciente.

Algunas de las habilidades requeridas para ser un buen psicoterapeuta son:

-        Empatía: Comprender el universo emocional del paciente es esencial para enfocar correctamente el objetivo y método de la terapia.

-        Asertividad: La interacción comunicativa ha de ser consciente de las pautas de la relación terapéutica. Empleando un estilo comunicacional que respete las necesidades de la persona que acude a consulta sin traspasar los límites que imponen la ética profesional.

-        Calidez: Hace referencia a la necesidad de mostrarse abiertos y acoger la experiencia que transmite el o la paciente.

-        Capacidad de escucha: La labor terapéutica conlleva un rol de acogimiento, en el que el o la profesional debe acompañar al usuario/a en su propio crecimiento personal, del que él o ella son protagonistas.

-        Habilidades de comunicación: Verbal y no verbal: en la labor terapéutica, la principal técnica del cambio es la palabra. Las habilidades comunicacionales, por tanto, son requisitos indispensables para poder llevar a cabo correctamente el proceso terapéutico.

-        Ser auténticos: Esta habilidad hace referencia a la necesidad de mostrarse tal y como uno es, sin fingir una historia personal o personalidad para provocar una mejora (artificial) de la relación terapéutica.

-        Capacidad de adaptación: En psicoterapia, es fundamental aprender a centrar la terapia en aquello que el consultante necesita. No en lo que creamos más conveniente como profesionales.

La psicología es una disciplina relativamente nueva si se compara con otras ramas sanitarias como la medicina, fisioterapia, enfermería o farmacia. Si bien sus orígenes se remontan al siglo XIX, la psicología ha experimentado uno de los mayores crecimientos de los que jamás se ha visto en una disciplina científica. Ante tal crecimiento, las ramas que han surgido de la raíz de esta disciplina –estudio de la conducta y pensamiento humano– han sido muchas y muy variadas, conformando el carácter ecléctico de nuestra profesión. Una manifestación de su eclecticismo es la labor del profesional de la psicología, que ha ido conformándose y variando a lo largo de la historia de la psicología. Algunos de los campos de trabajo más comunes son:


- Psicología social-comunitario: es el estudio de los pensamientos, conductas y emociones que experimentan las personas y que son influenciados por la presencia de otras personas. Esta rama es muy amplia y también alberga la Intervención Psicosocial, Psicología de los grupos y Cultural (entre otras). Se emplea, por ejemplo, en varios ámbitos como la integración de personas migrantes, problemas de drogodependencia o a la intervención en mujeres víctimas de violencia de género.


- Psicología de las organizaciones: esta labor se focaliza en los ámbitos de empresa, recursos humanos e investigación de mercados. Su labor es diversa. Se encargan de la reducción de problemas que puedan darse en el ámbito laboral, así como de la evaluación y desarrollo del capital humano de una empresa. También puede ejercer labores de gestión de la marca empresarial.


- Psicología educativa: su labor se centra en el ámbito de la educación, donde interviene ante los problemas de aprendizaje y/o adaptación de los estudiantes. La figura más conocida de este ámbito es la del coordinador/a del centro. Su trabajo consiste en la evaluación, intervención, promoción y apoyo del alumnado.


- Psicología clínica o de la salud: el psicólogo clínico se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales –psicopatologías–(esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno paranoide, depresión etc.), mientras que el psicólogo de la salud trata con los aspectos cognitivos, emocionales y comportamentales asociados a la salud y las enfermedades físicas.


- Psicoterapia: la figura del psicoterapeuta se puede adscribir a diferentes subramas de la psicología. Sin embargo, su labor es común en todas ellas, siendo principalmente cubrir la necesidad de atención psicológica de la persona que demanda tratamiento. La definición más común de psicoterapia es aquella relación donde uno de los miembros (el terapeuta) utiliza unos métodos psicológicos (sin especificar en qué consisten, pero basados en una teoría) para aliviar el sufrimiento del otro miembro (el paciente).


- Neuropsicología: profesional que se encarga del estudio de los procesos mentales y el funcionamiento del encéfalo (cerebro) cuando hay alguna alteración en este. Por ejemplo, dan a conocer el alcance y el tratamiento de lesiones cerebrales, malformaciones, disfunciones y enfermedades que afectan al funcionamiento del sistema nervioso. Además de estos perfiles, también existen muchos otros, sexología, psicología del deporte, investigadores, psicología forense...Cada uno de ellos validados por su evidencia empírica y labor en la sociedad.

Habitualmente, los profesionales de la Psicología realizamos tareas de diagnóstico, mediante historias clínicas, pruebas de evaluación y tests psicométricos, y nos ocupamos de la psicoterapia para el tratamiento. Por su parte, los profesionales de la Psiquiatría realizan el diagnóstico, mediante el uso de la historia clínica y exploraciones o pruebas complementarias, y suelen utilizar los psicofármacos como principal tratamiento.

Ante las dificultades de la vida cotidiana, lo más recomendable es acudir a un/a psicólogo/a sanitario, cuyo modelo de tratamiento se centra en la persona y en su contexto. No obstante, el trabajo interdisciplinar ayudará a dar un mejor soporte a la persona que lo necesite, ya que a veces hay que tener en cuenta que “las pastillas ayudan, pero no solucionan”.

Realmente, no hay una norma estricta avalada por ningún manual de psicología. La pauta de las sesiones dependerá de diversos factores, entre los cuales destacan la gravedad de la queja por la que el/la paciente acude a consulta, los objetivos terapéuticos y las características del motivo de consulta. Aunque también se ha de tener en cuenta la disponibilidad tanto del paciente como la del profesional.

 Lo más común es comenzar por una pauta semanal, ya que según todos los estudios científicos realizados al respecto es la frecuencia óptima para conseguir unos buenos resultados.

A medida que se van consiguiendo los objetivos terapéuticos y la persona empieza a obtener resultados, se puede dilatar en el tiempo, pasando a una pauta quincenal o mensual. Estas condiciones normalmente se deciden consensuadamente en consulta. Es algo flexible y modificable.

Ante cualquier situación en la que una persona sienta la necesidad de realizar cambios en su forma de relacionarse consigo misma y/o con el mundo; cambios que no puede realizar por sí misma, ni recurriendo a las fuentes naturales de ayuda existentes en la comunidad, y que requieren la ayuda de una persona especialmente formada en los procesos psicológicos.

Acudir a terapia no tiene porque ser visto como algo negativo o un síntoma de debilidad, hoy día cualquier persona puede iniciar un proceso terapéutico de mejora y crecimiento personal siguiendo un objetivo de salud.

La depresión es un trastorno psicológico del estado del ánimo que implica un profundo sufrimiento y pérdida de funcionalidad. Es una psicopatología que, si bien suele tener buen pronóstico ante el tratamiento psicoterapéutico y farmacológico, puede ser una afección muy grave debido a su naturaleza insidiosa y progresiva. La asistencia y apoyo de un profesional especializado es fundamental en el potencial de mejora del paciente. Un profesional de la psicología no te dará únicamente consejos, sino que tratará de abordar dicha patología desde un enfoque multidisciplinar que guíe y fundamente la adquisición de habilidades y estrategias de afrontamiento más adaptativas que reduzcan el estado depresivo del paciente.

 Un psicólogo es una persona que ejerce sus conocimientos sobre el pensamiento y comportamiento humano con el fin de promocionar el bienestar de las personas y la sociedad. No es la persona que da una solución mágica a los problemas, aunque sí facilita y acompaña para hallar formas de pensar e interactuar con uno mismo y con el mundo que le rodea de una forma más sana. Cada escuela y profesional tiene su método, aunque en su mayoría todos buscamos lo mismo: ayudar y colaborar con la persona que solicita el servicio para afrontar adecuadamente los altibajos de la vida.

 Un psicólogo es una persona que ejerce sus conocimientos sobre el pensamiento y comportamiento humano con el fin de promocionar el bienestar de las personas y la sociedad. No es la persona que da una solución mágica a los problemas, aunque sí facilita y acompaña para hallar formas de pensar e interactuar con uno mismo y con el mundo que le rodea de una forma más sana. Cada escuela y profesional tiene su método, aunque en su mayoría todos buscamos lo mismo: ayudar y colaborar con la persona que solicita el servicio para afrontar adecuadamente los altibajos de la vida.

Es complicado admitir que algo no funciona como debería, que tenemos un problema o que no somos capaces de sentirnos bien con nuestro día a día.

Mucha gente sigue teniendo el estigma de que acudir al psicólogo es de “locos” pero no creo que sea una mayoría. El problema reside en cada uno de nosotros y en nuestro esquema social de lo que está bien y de lo que está mal, es decir, desde pequeños nos enseñan a vivir según un estilo de vida, unos valores o una forma de pensar y eso nos lleva a actuar de diferentes maneras y realmente huimos de la terapia porque se puede creer que nos hace “vulnerables” en cierto modo.

Las anotaciones que realiza el o la profesional de la psicología son parte del trabajo cotidiano. Durante la consulta, es muy difícil captar toda la información significativa que se desprende de la interacción bidireccional profesional-consultante.

Las notas sirven para guardar para más tarde todo aquello que puede resultar útil en un futuro de cara a la consecución de los objetivos terapéuticos. Las notas también pueden servir para fomentar el insight del terapeuta y mejorar el enfoque o procedimiento de sesiones posteriores.

No todo lo que se trata en consulta debe anotarse necesariamente. En este respecto, será el juicio profesional el que determine lo que debe ser anotado y en qué términos se tratará o se configurará en la construcción del caso.

La psicología clínica es la rama de la psicología que se encarga del estudio, tratamiento y prevención de los trastornos mentales.

Son trastornos mentales ––entidades clínicas que clasifican los síntomas de determinadas psicopatologías–– que constituyen desviaciones importantes de lo que serían patrones de vida normal y, especialmente, del comportamiento interpersonal dentro del grupo sociocultural al que pertenece el individuo. Estas desviaciones se materializan en patrones de conducta y pensamiento estables y consistentes a lo largo del tiempo.

  • Se estima que estos trastornos se dan en el 12,16% de la población general ––con variaciones según países y contextos socioculturales––. Su manifestación clínica suele aparecer al inicio de la adolescencia. Existen tres categorías:
    A. Paranoide, Esquizoide y Esquizotípico.
    B. Antisocial, Límite, Narcisista e Histriónico.
    C. Evitativo, Dependiente y Obsesivo-Compulsivo
Los profesionales de la psicología en ningún caso, y bajo ningún concepto, tienen la potestad legal de recetar fármacos, psicofármacos o cualesquiera otros medicamentos, cuya prescripción está limitada a los profesionales de la medicina. Sin embargo, esto no exime de la necesidad de conocer los mecanismos de acción y efectos que los psicofármacos tienen en las personas que los utilizan por prescripción médica; o de la posibilidad, que, desde la experiencia y formación profesional, se aconseje de su uso, reducción y/o cese, siempre con el apoyo y autorización de un médico.
Como dijo alguien alguna vez, cada persona es un mundo. Cuando una persona acude a terapia, lleva consigo una mochila llena de vivencias, experiencias –positivas y negativas–, memorias, habilidades y, por si no fuera obvio, problemas, por lo que cada persona lo sentirá y vivirá de una manera diferente.
Resumiría la experiencia de acudir a terapia como un viaje personal hacia zonas desconocidas de nuestra propia vida con una persona que ejerce como guía y colaborador/a de nuestra aventura. Es muy común que durante el proceso terapéutico que, por ejemplo, se enfoca en la solución de un determinado problema, se fomenta el autoconocimiento y la capacidad de reflexión sobre uno mismo y la propia vida. Esto suele generar un cúmulo de sensaciones que en un principio pueden resultar en incertidumbre, nerviosismo y sensación de extrañeza. Reconozcámoslo, ir al psicólogo requiere valentía. Sin embargo, a medida que se avanza en el proceso, estas sensaciones van transformándose en otras más positivas. Esperanza de cambio y mejora, alegría de conocerse y conocer mejor a los demás y al mundo, liberación al expresar y procesar emocionalmente los problemas de la vida, sosiego al ver una salida; son solo algunas de las sensaciones que afloran en terapia.

Puedo entender “tipos de psicología“ como corrientes psicológicas. Por tanto, podría decirte que existe la corriente humanista, psicodinámica, cognitivo, conductual, sistémica... y que cada una observa el comportamiento, pensamiento y relaciones de las personas desde una perspectiva diferente. Por otro lado, también podría diferenciarse según los campos de aplicación que tiene la psicología. En ese caso, nosotros como psicólogos podemos enfocarnos en el campo educativo, jurídico, de investigación, psicoterapia, sexología...

Psicología y psiquiatría no son lo mismo. Si bien encuentran su similitud en que ambas trabajan con personas, son radicalmente diferentes en los procedimientos y técnicas que emplean. La psiquiatría, por su parte, se limita al tratamiento de las psicopatologías mediante la suministración de fármacos; mientras que, la psicología, utiliza el lenguaje como principal vehículo de cambio. Además, a los psicólogos, a diferencia de los psiquiatras, se les encomienda la misión de proporcionar a sus pacientes los recursos y habilidades necesarios para que sean ellos mismos los agentes protagonistas en la reconducción de los baches que la vida, inevitablemente, pone en nuestro camino.

Reserva directamente tu primera cita en mi calendario
Con un solo clic podrás enviarme tu preferencia en día y hora para una primera consulta gratuita. Una vez recibida tu solicitud, me pondré en contacto contigo, en menos de 24 horas, para concretar si deseas que sea por videollamada o teléfono. ¡No te cortes! Reserva la cita que mejor te venga y así podremos conocernos.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 21.00
💬 ¿Hablamos?